Termas de Necochea - Medano Blanco. Desde que di mis primeros pasos, parte de mi rehabilitación consistió en caminar sobre la arena . Así, las inmensas payas de Necochea acompañaron esa labor casi todos los febreros de mi infancia. Siempre tuve una piel muy sensible que al mínimo contacto de mis pies con la arena caliente podía significarme grandes ampollas. En consecuencia, debía ir hasta la arena húmeda con calzado cerrado. En familia disfrutando de la playa. En mi niñez esa playa también significó el sitio de encuentro de tres generaciones de familias con amigos en común, de modo que siempre había gente conocida tanto en carpas alquiladas como con sillas en la orilla, lo cual me permitía circular de un lado al otro, calzada teniendo asegurado dónde sentarme para descalzarme sin que el calzado se mojase. Con esos AMIGOS que son como de la familía. Hace algunos años volví a Necochea, al sombrillón en el balneario “Palmeras”, pero sólo con mamá. Dejamos todo y nos fuimos a camin...
¡Bienvenidos! Por este medio compartiré mi experiencia entorno a la Encelopatía Crónica No Evolutiva (ECNE) conocida también como Parálisis Cerebral Infantíl (PCI). Con ella convivo desde mis dos meses de vida al contraer una meningitis que me produjo un paro cardio respiratorio de 45 minutos. Sin tiempo que perder, mi vida se transformó en un sinfin de desafíos para derribar mitos, barreas y prejuicios de los que hoy quiero hablar. ¿Quién dijo que no se puede? Tal vez se pueda de otra manera.