A veces tengo la sensación de que el COVID-19 nos ha sumergido en una especie de oceanario virtual. Toda nuestra libertad se centra en nuestro hogar en el que nos refugiamos. Sólo podemos mirarnos a través de una pantalla fría que nos conecta con el “aquí y ahora” del afuera.
El contexto amerita compartir una estrategia que descubrí, mucho antes de la pandemia como atajo para autorregular nuestro nivel espástico, en esta época que además cuesta conseguir Baclofeno: droga que regula la espasticidad y que a diferencia de otras es difícil de sustituir.
¿Qué es la espasticidad?
La espasticidad es un
trastorno motor del sistema nervioso en el que algunos músculos se mantienen permanentemente
contraídos, sin poder disociar el grupo muscular agonista del antagonista
al ejecutar una acción. La espasticidad nos provoca rigidez y acortamiento muscular, causándonos interferencias
en los distintos movimientos y funciones que debemos activar para deambular,
manipular, hablar, deglutir, mantener el equilibrio, etc.
Métodos kinésicos para disminuir la espasticidad
Existen diferentes métodos para trabajar un cuerpo espástico. Cada profesional opta el más indicado de acuerdo a la singular circunstancia de cada paciente. Ahora el Lic. Scheinker busca disminuir mi tono muscular con Terapia Cráneosacra. Sin embargo, la Lic. Mónica Batac en su momento utilizó para disminuir mi tono el método Kabat, del cual deriva el implemento de mi estrategia.
Con Batac damos juntas hace años clase sobre ECNE. Ella supo aprovechar mi curiosidad para establecer un vínculo entrañable y profundo. Terapeuta y paciente decidimos aprender juntas mediante un mutuo compromiso de honestidad.
En el tratamiento Batac me explicaba que:
“El patrón espástico de miembro
superior: brazo, antebrazo y mano es un patrón que va hacia la aducción (pegado
al cuerpo), hacia la pronación de la mano (doblada hacia adentro) y la flexión
de todo el miembro. El método que se usa para sacar al miembro superior de ese
patrón es el método Kabat que
consiste en usar el patrón extensor para quitar el patrón flexor.”
Pero en medio de la pandemia ¿cómo suplimos las acciones que ejercen los kinesiólogos sobre nuestro cuerpo?
Siempre agradecí que mi entorno valorara mi lucidez mental y que me incitara a vivir al ritmo que llevan las personas sin ECNE, con todo lo que ello implica. Pero los que vivimos con ECNE sabemos que los tiempos de nuestra perspicacia y nuestra respuesta física no van amalgamados. Y cuando le exigimos al cuerpo más de lo que puede, colapsa causando estragos.
Una de las veces que intenté cursar en la Facultad dos materias de manera simultánea, después de pasarme una semana entre libros, subrayando, realizando trabajos prácticos y durmiendo a los saltos, mi cuerpo empezó a pasarme factura.
Nuestro cuerpo habla y cuanto más nos hacemos los sordos más se rebela. Estaba trabajando en la computadora tratando de dirigirme a la tecla correspondiente cuando empecé a sentir contracciones severas en mis cuádriceps; hacía días que tenía contractura de espalda, pero si tomaba un miorelajante, me dormiría. No podía permitírmelo. Ese día todas las partes que conforman mi miembro superior eran un único bloque. Por un instante, pensé en un Accidente Cerebro Vascular (ACV): los músculos de la cara se retorcían sin ninguna orden previa. Al instante recordé que la espasticidad causa:
·
hipertonía (aumento del tono muscular)
·
calambres (rápidas contracciones sin
movimiento notable)
·
espasmos (contracciones con movimiento)
·
hiperreflexia de tendones profundos (reflejos
exagerados).
El
grado de espasticidad varía desde una leve rigidez muscular hasta graves,
dolorosos e incontrolables espasmos musculares. En un segundo pensé en Batac y
su técnica a partir del método Kabat y dije:
“Tengo que buscar
algo que supla la fuerza que hace Batac para desbloquear, disociar y elongar mi
cuerpo en contra de la gravedad.”
Estrategia para auto elongar miembro
superior espástico
Justo había llegado mi mamá del trabajo. Le expliqué lo que me sucedía y le pedí que me ayudara. Dentro de mi medicación crónica además del anti-espástico tengo indicado, para estos casos, el uso de miorelajante. Le pedí a mamá que me acercara uno de esos comprimidos y esperé que comenzara su efecto. En la habitación de estudio también había montado un mini gimnasio para hacer mi rutina.
Aunque los espásticos debemos evitar el uso de pesas porque el peso de modo activo aumenta el tono, le pedí que me colocara una tobillera de dos kilos en cada muñeca; las usaría pasivamente para ejercer contrapeso y sacar a mis músculos del patrón flexor. Sentada bajé los brazos. No fue de inmediato, pero comencé a sentir que mis hombros empezaban a ceder y mis codos intentaban extenderse.
La acción de las tobilleras causó el efecto buscado, pero el estar sentada limitaba la posibilidad de relajarme y elongar.
Si se te complica hacerlo sol@ no dejes de probar la técnica pidiendo ayuda a otra persona.
Si
necesitas visualizar la técnica te dejo el video. Para ver el video hacé clic aquí.
La técnica compartida en dicho artículo no busca como objetivo suplir la rehabilitación kinésica, por el contrario, el objetivo de dicha experiencia es difundir conocimiento en lenguaje llano y aplicable en busca de nuestro bienestar cotidiano.
Yo, a partir de la elongación bajo el dolor muscular.
Espero que te sirva.
¡Al COVID-19 le ganamos todos y a la ECNE también!
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario aquí: